En las secciones anteriores se han descrito las formas de priorizar las tareas individuales. Ahora presentaré algunas técnicas útiles para priorizar proyectos.
Supongamos que usted y sus compañeros Sus han hecho una lluvia de ideas sobre 20 grandes proyectos para realizar el próximo año. Sin embargo, sólo dispone de presupuesto y personal para llevar a cabo algunos de ellos. ¿Qué proyectos deberíais elegir?
En general, me parece que obtengo mejores resultados cuando elijo los proyectos según el criterio de “mayor impacto primero”.
Es tentador elegir los proyectos fáciles y hacerlos primero. Sabes cómo hacerlos, y no hay mucha controversia en torno a ellos, así que al menos sabrás que se completarán.
Es muy tentador elegir los proyectos divertidos, o los proyectos políticamente seguros, o los proyectos que son los siguientes pasos obvios basados en proyectos anteriores.
No haga caso de esas tentaciones y busque los proyectos que tendrán el mayor impacto positivo en los objetivos de su organización. De hecho, afirmo que es mejor hacer un gran proyecto que tenga un gran impacto positivo que muchos proyectos fáciles y superficiales. Lo he visto muchas veces. Un equipo entero trabajando en un objetivo funciona mejor que si cada uno tiene un proyecto diferente. Esto se debe a que trabajamos mejor cuando trabajamos juntos.
Esta es otra forma de verlo. Todos los proyectos pueden encajar en una de las cuatro categorías enumeradas en la Figura 8-3.
Figura 8-3. Impacto del proyecto frente al esfuerzo
Es obvio que hay que hacer primero la categoría A. Un proyecto fácil que tendrá un gran impacto es raro, y cuando un proyecto así aparece mágicamente ante nosotros, es obvio hacerlo. (Advertencia: cuidado, la categoría A de un proyecto puede ser un espejismo).
También es obvio evitar los proyectos de categoría D. Un proyecto que es difícil y que no va a cambiar mucho no debería intentarse.
Sin embargo, la mayoría de los proyectos están en la categoría B o C y es de naturaleza humana sentirse atraído por los proyectos C fáciles. Puedes llenar tu año con proyectos fáciles, enumerar muchos logros y salir muy bien parado. Sin embargo, las empresas de gran éxito forman a sus directivos para que recompensen a los trabajadores que se encargan de proyectos de categoría B, los difíciles pero necesarios.
Una vez que se piensa en ello en términos de retorno de la inversión (ROI), tiene sentido. Va a gastar una determinada cantidad de dinero este año. ¿Lo gastas en muchos proyectos pequeños, cada uno de los cuales no tendrá un gran impacto? No, se busca el mayor impacto positivo y se destina toda la inversión a ese esfuerzo.
Es importante asegurarse de que estos proyectos de gran impacto estén alineados con los objetivos de la empresa. Es importante para la empresa y también para ti. Así se le valorará más.